FUENTE: La Razón
Decidirse por tener una mascota es una decisión muy seria. Son seres vivos y exigen muchos cuidados (algunas mascotas más que otras, claro). Sin embargo, su compañía también aporta muchos beneficios que rara vez solemos tener en cuenta. De hecho, ni siquiera aquellos que tienen la fortuna de compartir su vida con una mascota suelen conocer hasta qué punto es beneficioso tener a uno de estos pequeños a nuestras vidas.
Remedio infalible contra la soledad
Es el beneficio más notorio de tener una mascota. Y por eso merece el honor de ser el primero de la lista. En España, la cifra de personas que viven sin compañía no ha dejado de crecer en los últimos años. Y hemos llegado a la espantosa cifra de 4,8 millones de hogares unipersonales en nuestro país. Hay muchas posibles explicaciones a este terrible fenómeno, pero hoy no vamos a ahondar en ellas. Lo que nos ocupa hoy es que todas estas personas podrían beneficiarse (y mucho) de abril las puertas de sus hogares a una mascota. Numerosos estudios han dado cuenta de la capacidad terapéutica de su compañía. Tenerlas a nuestro lado hace que nuestro cuerpo libere serotonina, mundialmente conocida como la hormona de la felicidad.
Alivio contra la hipertensión
Una investigación realizada el año pasado por la Universidad de Michigan monitorizó los efectos físicos de tener mascota en más de 1.400 voluntarios de unos 65 años, más o menos. Y los resultados fueron sorprendentes. Resulta que los voluntarios que tenían mascota desde hace más de 6 años reportaron unos resultados mucho mejores en las pruebas cognitivas, presión arterial, estrés, colesterol, entre otras cosas. Y no sólo eso, los resultados mejoraban sustancialmente en aquellas personas que pasaban más tiempo con el animal.
Nos levanta del sofá
Este beneficio es cierto únicamente para las personas que tienen perros, porque estos tienen la necesidad de salir a pasear tres veces al día… llueva, nieve o truene. A veces, puede ser un verdadero fastidio… de eso no hay duda. Sin embargo, es el mejor remedio que uno puede pedir para luchar contra una vida sedentaria (con todas las consecuencias positivas para nuestra salud y para nuestra psique que eso conlleva).
Organiza el caos
Este punto está relacionado con el anterior. Cuando una mascota depende de nosotros para comer, limpiarse o hacer sus necesidades, nos vemos forzados a establecer una rutina para darle de comer, para llevarlo a la ducha o para sacarle a pasear. Es decir, que solo por tener una mascota, ya estamos creando rutina. Y eso puede ser de mucha ayuda para organizar nuestra vida y para evitar a que se vuelva muy caótica.
Mejoran nuestra vida social
Cuando llegamos a cierta edad… lo de hacer amigos se hace cada vez más complicado. Ahora bien, eso no significa que sean menos necesarios. El gran problema es que ya no nada fácil acercarse a alguien, así como así, y empezar una conversación con esa persona. Cuando éramos niños y había otros 30 niños en nuestra clase a los que íbamos a ver todos los días… era bastante más sencillo.
Pero ahora el miedo al rechazo se multiplica cuando te propones a hablar con un completo desconocido… y sin que haya ninguna “excusa” aparente para hacerlo. Por eso, una buena solución son los “hobbies compartidos”. Un perro es la excusa perfecta para hablar y para sacar innumerables temas de conversación, que además son temas por los que ambos compartiréis una especial predilección.